
Conoce el “Síndrome de la Impostora”: Cuando tu peor enemiga eres tú
El Síndrome de Impostora es el trastorno que te hace pensar que no tienes la capacidad para desarrollar tu trabajo con éxito y no mereces lo que has logrado.
Actualmente las mujeres millennials han revolucionado para poder obtener las mismas oportunidades equitativas de trabajo que los hombres, durante épocas anteriores el hombre era el único que podía aplicar para puestos directivos en grandes empresas, mientras tanto las mujeres tenían que dedicarse a sus hijos y al hogar, no tenían voz ni voto para la sociedad. Esta evolución de pensamiento social ha cambiado en la nueva era, pero como consecuencia ha surgido el síndrome de la Impostora.
¿Qué es el síndrome de la Impostora?
Es un trastorno habitual de conducta que surge por falta de autoestima y confianza para realizar un puesto que generalmente el sexo opuesto lo ejerce. A causa de esto, las mujeres constantemente viven en un estrés interminable por trabajar al triple y ser reconocidas en su trabajo. El término “impostor” se da a conocer en el año 1978 por las psicólogas estadounidenses Pauline Clance y Suzanne Imes, egresadas de la Universidad Estatal de Georgia, este Síndrome lo padeció la misma Clance, quien comenta que en época de exámenes, estudiaba horas extras y siempre decía que iba a reprobar y sus calificaciones eran de las mejores del salón. Esto le ocasionó el alejamiento de muchos amigos y compañeros. Fue ahí donde empezaron a investigar a fondo este comportamiento constante de inseguridad y frustración que muchas mujeres profesionistas exteriorizan.
Por lo general, esta afectación se presenta con más frecuencia en mujeres exitosas aparentemente seguras de sí mismas que han obtenido premios académicos, pero a pesar de todo, no creen en su potencial y siempre encuentran un culpable a cualquier suceso. Sus frases habituales son: el jefe no es exigente, fue suerte que me aceptarán el proyecto, mi compañera trabaja mejor que yo, la entrevista estuvo fácil por eso me aceptaron en el trabajo; etc.El Síndrome de Impostora es el trastorno que te hace pensar que no tienes la capacidad para desarrollar tu trabajo con éxito y no mereces lo que has logrado.
Actualmente las mujeres millennials han revolucionado para poder obtener las mismas oportunidades equitativas de trabajo que los hombres, durante épocas anteriores el hombre era el único que podía aplicar para puestos directivos en grandes empresas, mientras tanto las mujeres tenían que dedicarse a sus hijos y al hogar, no tenían voz ni voto para la sociedad. Esta evolución de pensamiento social ha cambiado en la nueva era, pero como consecuencia ha surgido el síndrome de la Impostora.
¿Qué es el síndrome de la Impostora?
Es un trastorno habitual de conducta que surge por falta de autoestima y confianza para realizar un puesto que generalmente el sexo opuesto lo ejerce. A causa de esto, las mujeres constantemente viven en un estrés interminable por trabajar al triple y ser reconocidas en su trabajo. El término “impostor” se da a conocer en el año 1978 por las psicólogas estadounidenses Pauline Clance y Suzanne Imes, egresadas de la Universidad Estatal de Georgia, este Síndrome lo padeció la misma Clance, quien comenta que en época de exámenes, estudiaba horas extras y siempre decía que iba a reprobar y sus calificaciones eran de las mejores del salón. Esto le ocasionó el alejamiento de muchos amigos y compañeros. Fue ahí donde empezaron a investigar a fondo este comportamiento constante de inseguridad y frustración que muchas mujeres profesionistas exteriorizan.
Por lo general, esta afectación se presenta con más frecuencia en mujeres exitosas aparentemente seguras de sí mismas que han obtenido premios académicos, pero a pesar de todo, no creen en su potencial y siempre encuentran un culpable a cualquier suceso. Sus frases habituales son: el jefe no es exigente, fue suerte que me aceptarán el proyecto, mi compañera trabaja mejor que yo, la entrevista estuvo fácil por eso me aceptaron en el trabajo; etc.

Estos factores principales de autopercepción y autorrealizamiento las hace más autocríticas, perfeccionistas y exigentes con ellas mismas en el ámbito laboral. La mayoría viven estresadas por ser reconocidas y sobresalir en jerarquías de alto nivel. La doctora Jasmine Vergauwe dice que el ciclo del impostor es un círculo vicioso, ya que el 70 % de la población padece esta patología silenciosa.
Es un concepto que hace notar las diferencias entre géneros, en donde estamos acostumbrados a que los hombres son elegidos para desempeñar las actividades más complejas. Esto afecta a las mujeres porque no son valoradas para desempeñar trabajos de alto impacto que les permitan demostrar sus conocimientos y experiencias adquiridas.
Desgraciadamente, la sociedad te integra a esta serie de condicionantes en las tendencias. Un ejemplo claro, son los famosos tratamientos que existen para tener un cabello brilloso, cremas anti-arrugas y libros sobre cómo bajar de peso, que dan como resultado una mujer estereotipada y perfeccionista que busca verse bien en todos los sentidos, pero en realidad no acepta sus defectos naturales.
“TODO SER HUMANO DEBE SABER RECONOCER SUS ÉXITOS Y APRENDER DE SUS ERRORES, ESO LES DARÁ CONFIANZA Y SEGURIDAD PARA LOGRAR SUS OBJETIVOS EN LA VIDA”.
Los síntomas son:
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No crees en tu potencial.
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Sufres de tensión, dolor muscular y ansiedad
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Siempre te comparas con tus otros compañeros.
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Tienes miedo a interiorizar tu opinión en público y siempre estás sujeta al “que dirán los demás de mí”.
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Desaprovechas oportunidades por miedo a no lograrlas.
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Cuando te dicen un halago, piensas que solo es por compromiso.
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Siempre que realizas un proyecto, piensas que algo te faltó, para que saliera perfecto.